El curso escolar tras la pandemia mundial ha tenido que adaptar una serie de medidas para evitar los contagios y asegurar la enseñanza del alumno. La principal medida tomada por la mayoría de institutos y colegios ha sido impartir clase online con alumnos desde casa. Sin embargo, gran parte de los alumnos está en contra de conectar una cámara que permita ver al profesor lo que hacen sus alumnos. ¿A qué se debe esto?
En primer lugar, las clases están adaptadas al horario presencial de clase, por lo que existen clases telemáticas a prontas horas de la mañana. Los alumnos, sin tener la necesidad de ir a ningún lugar fuera de casa, se despiertan más tarde, lo que hace que estén poco arreglados y preparados para una clase. Si no tienen la obligación de conectar la cámara no hay problema en que sigan haciendo esto.
En segundo lugar, en casa existen otros medios, a diferencia que en el centro educativo, que facilitan la comodidad del estudiante mientras se encuentra en la clase virtual sin ser observado. De lo contrario, los alumnos están más presionados a actuar indiferentemente con respecto a una clase presencial.
Para terminar, no todos los alumnos cuentan con una habitación personal o la tranquilidad de estar en conectado a la clase sin que ningún otro miembro de la casa pueda interrumpir haciendo pasar vergüenza al estudiante. Este riesgo no existe si no hay cámara que conectar.
Por estas razones, gran parte de los alumnos están en contra de la obligación de activar las cámaras para las clases telemáticas. Además, en cursos mayores esta oposición es mayor, pues son personas conscientes del curso que estudian y no precisan de un guardia que les observe si están haciendo lo que deben.
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